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jueves, 20 de marzo de 2014

SAPOREM: La hamburguesa que no sabía a hamburguesa.

No podemos evitarlo, hay veces que aunque vayamos a cenar a sitios "fashion" nuestros ojos rastrean la carta de arriba a abajo en busca de la palabra HAMBURGUESA. Esto fue lo que nos pasó hace unas semanas cuando fuimos al nuevo restaurante de moda en el Barrio de Las Letras, Saporem, donde nos pegamos un suculento homenaje que, por supuesto, incluía nuestro plato preferido.

Parece que en la calle Ventura de la Vega no paran de aparecer restaurantes trendys y Saporem es, sin dudarlo, uno más de ellos. Al poner un pie en el local (que no es ni más ni menos la planta baja de un hostel), nos damos cuenta del rollo canalla que se traen, que notamos en sus varios espacios en los que apreciamos una combinación de tonos madera provenzal, el bambú, las paredes de ladrillo visto y el color que aportan las sillas de diferentes colores. Pero lo que más nos emociona es la espectacular terraza con ambientes diferenciados y que imaginamos que será maravillosa para las noches de verano cuando se retire la cubierta.

Detalles del local de Saporem.
No os vamos a engañar, de vez en cuando las pijaditas también nos gustan y la carta de Saporem está llena de ellas. El menú que nos ponen entre las manos es 100% lo que llamaríamos "cocina de autor", una interesante mezcla de platillos de todo el mundo (ceviche, pizza, wok...) adaptada a los ingredientes de la tierra y con nombres tan evocadores como el Sobao pasiego, huevo poché y escalope de foie (8€).

La verdad es que ya nos tenían ganados si no fuera porque vemos después que, siendo como somos, de MUY buen comer, vamos a tener que pedir bastantes platos porque si no nos vamos a ir de allí con hambre. Y es que puede parecer que los precios son contenidos pero a nosotros no nos deja de parecer que las raciones pecan de escasas.

Ello no quita que caigamos rendidos ante el Pulpo a la brasa (16€), un buen plato de octópodo lleno de sabor y con una cama de cebolla pochada y puré de patatas muy suave que lo complementa a la perfección. Menos interesante nos resulta el ya citado Sobao que, aunque no paramos de ver en otros blogs como plato de renombre del restobar, a nosotros nos pareció demasiado dulce y que no dejaba ni un poco de protagonismo al foie, que apenas pudimos saborear.
Pulpo a la brasa y Sobao pasiego, huevo poché y escalope de foie.
También probamos el Takati de atún, fresas, pepino y alga wakame (12,50€) y el Carpaccio de solomillo con queso de oveja (9€), ambos platos poco sorprendentes en el paladar para tanto nombre.
Takati de atún, fresas, pepino y alga wakame y Carpaccio de solomillo con queso de oveja
Los camareros, a los que pedimos desde aquí que dejen correr un poquito la horchata de sus venas, decidieron que el plato fuerte venía al final y nos plantaron esta bola de papel de aluminio frente a nosotros. Ésta es la "original" forma de presentación de la Brooklyn Burger con carne de buey, bacon crujiente, queso cheddar, lechuga y salsa barbacoa (11,50€) que catalogan como especialidad de la casa.

La bola de papel aluminio es una hamburguesa...
¿Cómo podemos empezar a catalogar esta hamburguesa? ¿Puede existir una hamburguesa en la que ninguno de sus ingredientes sepa a lo que realmente es? ¡La hemos encontrado, amigos! Estos dos hamburgueseros coincidimos en lo mismo, en que ni el buey (vaca vieja) sabe a buey ni el bacon a bacon y que la salsa barbacoa parece más bien tomate frito. Creemos que ya os podéis hacer una idea de "lo buenísima" que estaba viendo estas fotos...

¿Salsa barbacoa? ¿tacazo de cebolla? nada sabe a nada...
Para mayor tragedia, el envoltorio no hace más que empeorar las cosas y, aunque vemos que se han dignado en tostar un poco el pan, el calor hace que se reblandezca hasta límites insospechados y que adquiera una textura algo raruna. Casi lo mismo podemos decir del bacon que de crujiente ya no tenía ni el nombre.

Brooklyn Burger con carne de buey, bacon crujiente, queso cheddar, lechuga y salsa barbacoa 
El desastre queda salvado porque la carne se ve rosita, bien cocinada como lo habíamos pedido, sólo que con semejante batiburrillo de hamburguesa, no podríamos diferenciar ni de qué tipo de animal estamos hablando. Todo hay que decirlo, las patas paja servidas en la taza de mi abuela estaban crujientitas y ricas.

La carne, al menos, cocinada como la pedimos, poco hecha.
Además de litros de Azpilicueta para ahogar este desastre hamburguesero, lo hicimos con grandes dosis de dulce y terminamos la cena con una Tarta sin sentido de oreo, mascarpone y fresas (4,50€) y un Brownie de chocolate blanco con helado artesano de chocolate (4,50€), a los que damos un notable por originalidad y sabor.
Tarta sin sentido de oreo, mascarpone y fresas y Brownie de chocolate blanco con helado artesano de chocolate
En definitiva, Saporem es uno de los restaurantes más bonitos que hemos visitado en mucho tiempo y estamos seguros de que los copazos que nos tomamos (que, por cierto, estaban muy bien preparados) nos habrían sabido mucho mejor en su terraza cuando esté descubierta; sin embargo, unas raciones demasiado pequeñas servidas por unos camareros a los que aún les hace falta "un hervor" y esa desastrosa hamburguesa que somos incapaces de calificar nos hace plantearnos si tanta decoración molona podrá alguna vez triunfar.

Aún así, creemos que estamos en lo cierto si decimos que si vais varios para compartir, no tenéis mucha hambre y dejáis la hamburguesa de lado disfrutaréis de una interesante cena en las noches de primavera-verano venideras.

Web | http://the-saporem.tumblr.com/

Saporem se encuentra en la Calle Ventura de la Vega, 5

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